Parque nacional de archipiélago
de Cabrera

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Tiene un gran valor natural, ya que, debido a su aislamiento a lo largo de la historia, ha llegado hasta nuestros días prácticamente inalterado: el paisaje litoral de Cabrera se puede considerar uno de los mejor conservados de las costas españolas, y uno de los mejores de todo el Mediterráneo.
Importantes colonias de aves marinas y especies endémicas nos esperan en sus islas e islotes.
Fondeamos en su protegida bahía, bajo el castillo del siglo XIV, construido en la entrada del puerto. Este castillo evitaba que se usase el puerto como base pirata y permitía una mayor vigilancia de las aguas cercanas a Mallorca. Navegamos por sus islotes a vela y en piragua. Nos zambullimos en sus cálidas aguas a disfrutar de su fauna y flora. Abundan las salpas, doradas, lubinas chopas y dentones. También es fácil ver erizos y sepias.
En los fondos rocosos habitan los meros, pulpos, morenas y congrios, compartiendo espacio con la tortuga boba y delfines mulares y comunes.

Forman colonias en el archipiélago especies como la gaviota de Audouin, la pardela cenicienta, el cormorán moñudo y el paíño común; además de la pardela balear, en grave peligro de extinción.

Y al atardecer a Sa Cova, la cueva azul. Los rayos del sol penetran hasta dentro envolviendo sus aguas de un relajante azul turquesa.
Todo un privilegio de la naturaleza a nuestro alcance.